KIRIKÚ Y LA BRUJA (Por Laura Carneiro).
En el centro de África, hay un pueblo que está reinado por una malvada bruja. El salvador de ese pueblo es Kirikú: un niño que salió del vientre de su madre él sólo.
Él salvó a su tío, a unos niños del poblado y además dio agua a sus vecinos. Él quería descubrir por qué la bruja era mala, así que cruzó la montaña sin que los fetiches de la bruja lo viesen. Dio cruzado y le preguntó al Sabio, que era su abuelo, y él le dijo que era porque le habían clavado una espina envenenada en la espalda.
Cuando él salió del agujero por el que había ido a la montaña, el fetiche del tejado de la bruja lo vio y la misma malvada bruja, fue a por él. Cuando Kirikú la vio, encima de un árbol donde estaba escondido, se fijó en la espalda de ella para arrancarle la espina. Saltó y se la arrancó con los dientes. Ella grito con fuerza, porque le dolía mucho, y al cabo de un rato volvió a ser tan buena como era antes.
Kirikú le pidió que le diera un beso en los labios, ella así lo hizo y Kirikú se volvió un hombre adulto. Cuando fueron al poblado nadie le creía. Él gritó con fuerza el nombre de su madre, la cual llegó y reconoció a su hijo. Kirikú había traído a todos los hombres del poblado. Y el Gran Sabio dijo que Kirikú había salvado a la bruja, y ahora ella era buena.
Muy bien Laura, me ha gustado mucho tu resumen. Sigue trabajando así. Un saludo.
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